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Sexta Nostalgia: El suspiro a la limeña (La receta)


Suspiro a la limeña

Iremos por partes y cucharadas, como no sé si están en escasez o abundancia les daré algunas opciones.

5 huevos

1 lata de leche evaporada

1 lata de leche condensada

canela en rama

canela en polvo

esencia de vainilla

1 copa de oporto o vino dulce

1 taza de azúcar blanca

½ taza de agua

Para el manjarblanco:

Mezclas las dos leches, colocas la canela y la vainilla. Colocas todo en una olla a fuego lento y a remover se ha dicho. El punto correcto es cuando se reduzca, espese y cambie de color. Separas las claras de las yemas. Las yemas las bates bien y si tienes un poquito de leche a la mano, mejor. La idea es que todo quede bien homogeneizado. Cuando el manjar esté en su punto (espeso y con color de caramelo),lo sacas del fuego y añades las yemas. Es importante mezclar todo bien y con cierta fuerza para que las yemas no se cuezan en hilos dentro del manjar. Todo debe quedar bien homogeneizado. Lleva la mezcla al fuego nuevamente por cinco minutos para estar seguro que las yemas están totalmente cocidas. Retíralo del fuego y saca el pedazo de canela.

Si no tienes nada a la mano o donde conseguirlo:

Si solo tienes leche en polvo, combinas una proporción de 1/1 de leche y azúcar blanca. Antes de añadirle el azúcar, mezclas la leche en polvo con 2 ½ tazas de agua hirviendo y la mezclas bien para que no queden grumos. Una vez que esto este bien integrado, añades el azúcar y mezclas bien.

Lleva la mezcla a hervir a fuego lento con una rama de canela y una cucharadita de esencia de vainilla. No dejes de mover de manera envolvente, desde el fondo y en una sola dirección; lleva tu silla o tu banco con la Enciclopedia Británica, porque se demora un montón (mínimo dos horas y media) en tomar punto (pero al final se logra).

Si solo tienes leche entera, haces lo mismo. La proporción es de cuatro tazas de leche por 2 ½ tazas de azúcar; vainilla y canela como siempre. Una vez que la mezcla esté hecha va al fuego, lento siempre y te sientas a mover por unas buenas dos horas y media.

Cuando esté en su punto, añade las yemas como se indica mas arriba (si no hay huevos pues haz otro postre).

Aquí tienes que decidir si lo haces como mi madre, colocando todo el manjar en un solo molde (puedes usar un Pyrex rectangular) o si lo quieres hacer más dosificado, coloca el manjar en copas individuales.

Para el merengue:

Prepara un almíbar en hilo. La proporción es de dos a uno (azúcar y agua respectivamente). Colocas una taza de azúcar blanca y media de agua a fuego lento. Vas revolviendo de manera que el azúcar se disuelva. El almíbar empezará a hervir y reconocerás el punto de hilo cuando con una cuchara de palo tomes un poco de la mezcla y la viertas, verás que las gotas se desprenden lentamente de la cuchara y dejan tras ellas un hilo que se hace cada vez mas sólido. El punto preciso debe ocurrir a los ocho minutos aproximadamente. Cuando rompa a hervir añade la copita de vino dulce u oporto, para que se evapore el alcohol. La idea es que la gota caiga naturalmente y deje el hilo detrás, no que se quede suspendida por un hilo duro.

Bate las claras a punto de nieve hasta que queden duras. Lo puedes hacer con una batidora y si no tienes nada, pues caballero nomás, bates con un tenedor. Una vez que las claras estén bien duras añades el almíbar lentamente y de manera envolvente. Esto hará que el merengue se ponga mas duro y estable. No vayas a echar todo el almíbar a la vez, sino de a poquitos y los vas incorporando lentamente.

Si usaste una fuente o copas individuales, añades el merengue sobre el manjar y con un tenedor formas unos picos. Luego espolvorea canela en polvo y ¡provecho!

Un poco de historia con un artículo de El Comercio

http://www.sbs.com.au/food/recipes/peruvian-caramel-and-liqueur-meringue-suspiro-de-limena

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